POETAS CÁNTABROS EN REVISTATLÁNTICA DE POESÍA

Una selección de cuatro poetas cántabros acaba de publicar en la prestigiosa RevistAtlántica de poesía una selección de inéditos. Su editor reflexiona sobre la naturaleza de la aportación de estos autores.

por JESÚS FERNÁNDEZ PALACIOS

RevistAtlántica de poesía, que edita la Diputación Provincial de Cádiz y en cuyas tareas de dirección asisto desde el principio al poeta José Ramón Ripoll, inició su singladura editorial en abril de 1991, con unos resultados que, gusten más o menos, nos han ocasionado muchas horas de trabajo, algunos quebrantos y, desde luego, grandes satisfacciones. En este prolongado rumbo, hemos arribado al número 31 (verano de 2007) sumando la cifra de más de seis mil páginas, de las cuales más de un tercio están dedicadas a “Documentos” que guardan relación directa con la poesía y que se concretan en ensayos, artículos, críticas, entrevistas, epistolarios, manuscritos, fotografías, dibujos, etc. Unos quinientos poetas aproximadamente han publicado sus textos en nuestra revista, de los cuales más de cien son españoles (en castellano, catalán gallego e, incluso, bable), cerca de doscientos son hispanoamericanos (desde México a Chile, con una importante presencia de argentinos, peruanos, cubanos y colombianos), y otros tantos pertenecientes a diversas lenguas con predominio de italianos, franceses, anglosajones, sin faltar una representación de todos los países europeos desde Portugal hasta Rusia, así como de los países árabes Marruecos, Argelia, Túnez, Turquía, Egipto y Siria..., fundamentalmente mediterráneos puesto que a nuestra vocación atlántica y americana siempre hemos querido vincular nuestros seculares lazos con esa riquísima cultura. Esa cantidad y diversidad de poetas y poéticas, de países, culturas y lenguas nos ha proporcionado una amplísima panorámica del gran mosaico universal de la poesía, que en algunos casos hemos podido complementar con el conocimiento personal de algunos de esos autores en los lugares donde hemos presentado la revista. Además de recorrer buena parte de nuestra geografía, RevistAtlántica de poesía ha viajado también a Lisboa, París, Bogotá, La Habana, Bremen, San Juan de Puerto Rico, Miami, New York, Sao Paulo, Rabat, Casablanca, Fez, Tetuán, Tánger, Milán, Roma, Atenas y México, donde afortunadamente ha sido bien acogida.
RevistAtlántica de poesía sigue su rumbo y se complace en ofrecer en este nuevo número una pequeña muestra de poesía cántabra, representativa de cuatro poetas nacidos en las décadas del 60 y 70 respectivamente, cuatro sensibilidades afines y a la vez diferentes en poéticas sólidas y avaladas por sus correspondientes bibliografías que, en algunos casos, han sido distinguidas con significativos premios, así como por la crítica más solvente. No es la primera vez que nuestra revista publica poesía de esas tierras del norte, ni será la última. Esta de ahora, insisto, es sólo una pequeña muestra de cuatro poetas y dieciocho poemas en apenas veinte páginas. No están todos los que deberían, ni tampoco se ha pretendido, pero sí están poetas que lo son y de eso debemos estar convencidos dentro y sobre todo fuera de RevistAtlántica, una publicación hospitalaria y en nada sectaria respecto a las distintas tendencias y estilos que se disputan un lugar bajo el sol de la poesía española contemporánea, tal vez el lugar que les corresponde por sus valores complementarios.
De Regino Mateo (Santander, 1965), el mayor en edad de los cuatro poetas seleccionados, incluimos cuatro poemas largos y profundos en número de versos y en hondura de pensamiento poético y existencial. En dichos textos (“Comedores de loto”, “Juegos funerarios”, “Minotauro” y “Ornitomancia”) se ejemplifica fielmente lo que el propio autor señala sobre su poética: “La confusión entre lo vivo existencial y lo vivo cultural, la construcción de un universo recreado a partir de las texturas de la memoria, la convivencia caótica de tiempos, personas, personajes y lugares que nunca formaron parte del mismo cuento”. Regino Mateo, como músico y poeta que es, dos vocaciones compartidas y ejercidas con destreza, tiene a la música y a la poesía como ejes de su poética. “La música” -como indica Alberto Santamaría- “está muy presente en su trabajo. La musicalidad como motivo y como engranaje elemental del poema se entrecruzan en el diseño de los versos, en su originaria construcción”. Son constantes de su obra, de sus seis libros de poemas, la conciliación de la tradición más profunda (ritmo y métrica, símbolos clásicos) con elementos informales de la realidad que nos rodea.
El segundo poeta es Lorenzo Oliván (Castro Urdiales, 1968), autor de varios libros entre los que destacan Puntos de fuga (Premio Loewe) y Libro de los elementos (Premio Generación del 27), así como celebrado traductor de John Keats y Emily Dickinson. Los cinco poemas breves que publicamos en esta muestra (“Despojos”, “Raíz y huida”, “Nudo”, “Lo hondo” y “Tabla rasa”) confirman en muy buena medida lo que afirma Juan Manuel Romero sobre su poesía: que “sigue siendo un juego de intuiciones y de imágenes expandidas”, hacia la hondura y desde la sencillez, como revelación de que en lo más simple (aire, fuego, agua y tierra) late la raíz de todas las cosas; ahí la belleza, ahí el misterio.
De Ana Rodríguez de la Robla (Santander, 1971) hemos incluido también cinco poemas (“Arúspices”, “Déjà vu”, “Luz”. “Poema en el espejo” y “Gaviotas”), que responden asimismo a esa cartografía que Jaime Siles trazó sobre su poética: “Poesía exacta, pero agónica; moderna, pero helénica; clásica, pero vanguardista; gnóstica, pero erótica.... y, sobre todo, vida cristalizada cuyos reflejos vuelven a reactivarse en los poemas. Poesía de pensamiento, pero con la filosofía no explícita sino incorporada, es lo que esta incesante investigación en las distintas posibilidades de las formas transparenta: una poética de la insatisfacción que exige una desesperada búsqueda de modos de serse en su decirse”. En fin, como corresponde a una mujer lúcida, sensible y crítica: una poesía enigmática y bella, más cercana a la pérdida que a la celebración, según se evidencia en sus cuatro libros de poemas, uno de los cuales, titulado Acción de Gracias, tuve el placer de editarle en 2006.
El cuarto poeta, Alberto Santamaría (Torrelavega, 1976) es también autor de varios libros de poemas y alguno de ensayo, bien considerados por la crítica y por sendos jurados que le concedieron un par de premios significativos (el de Poesía Joven de Radio 3 y el Premio Vicente Núñez). Cuatro poemas (“Limina”, “La corrección”, “Diario” y “La grieta”) muestran a un poeta capacitado en la estrategia de asumir, según Domingo Hernández Sánchez, “los gestos irónicos de una postmodernidad que ahora podemos observarla con la distancia que requiere, como si de un paisaje pintoresco se tratase”.
Tuve la tentación de titular este artículo “Favorables Santander Poemas”, precisamente en recuerdo de una revista memorable aunque de muy efímera vida. Recordemos que cuando en julio de 1926 apareció en Francia el primer número de la revista Favorables París Poema, sus fundadores incluyeron la siguiente tarjeta de visita: “Juan Larrea y César Vallejo solicitan de Ud., en caso de discrepancia con nuestra actitud, su más resuelta hostilidad”. Pues bien, salvando las distancias, nunca ha sido esa nuestra posición en RevistAtlántica de poesía, pues en ningún momento hemos buscado la confrontación ni esperado la hostilidad de los discrepantes, sino que más bien hemos pretendido sondear vías de entendimiento y comunicación entre las distintas lenguas y culturas y, por supuesto, entre las distintas generaciones y tendencias poéticas. Una pretensión que confiamos se haya concretado también en esta muestra de poesía cántabra que ahora hemos publicado.

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